viernes, 8 de febrero de 2013

10 Claves para actuar en las redes sociales sin parecer un auténtico autómata


Seguro que te ha pasado más de una vez, accedes al perfil social de alguna de las marcas a las que sigues y te encuentras con una interminable sucesión de mensajes que en realidad no te dicen nada, solo intentan vender. Lo que muestra ese timeline no es ni de lejos una conversación, sino un sinfín de mensajes promocionales, uno tras otro, con una clara intencionalidad comercial, sin reflejar ningún atisbo de vida humana ¿Hay alguien ahí? ¿realmente esperas crear una comunidad con ese comportamiento en redes sociales?

Nada más lejos de la realidad, el Social Media es el reino de la conversación, y ésta únicamente puede darse entre personas, nadie quiere hablar con un robot o un auténtico autómata. Por ello, aquí te mostramos algunas de las pautas básicas para demostrar que al frente de tus perfiles sociales hay alguien de carne y hueso: 

Realiza publicaciones manuales. La automatización es un invento maravilloso que te ayuda a mantener vivo tu timeline, aun cuando tú no estés presente. Pero la gestión de tus redes sociales no puede reducirse únicamente a eso. Las herramientas están para facilitarte el trabajo, pero no poseen vida propia. Por ello, es importante que hagas acto de presencia, publiques sobre aquellos temas que en ese momento tienen relevancia y participes activamente en la conversación.

Personaliza los RT. Los retuits son un modo de compartir contenido que te ha parecido interesante, y a su vez consigues llamar la atención del emisor inicial. No te limites simplemente a retuitear, sino que conseguirás un mejor resultado si lo enriqueces con un comentario o valoración personal.

Un nuevo seguidor es una oportunidad para el engagement. No envíes DM enlatados. Cuando alguien comienza a seguirte, es porque apuesta por tu marca, porque quiere, de algún modo, estar en contacto contigo. Puedes aprovechar la ocasión para acercarte a tu nuevo contacto y darle la bienvenida, agradeciendo su voto de confianza; ofreciéndole además algo especial por pasar a formar parte de tu comunidad. Pero en ningún caso le mandes el consabido mensaje enlatado, que además redactaste hace tiempo, y cuyo contenido además está obsoleto. Moléstate por saber quién es y háblale de tú a tú, te apuntarás un tanto.

Responde a tus seguidores. Las redes sociales son un espacio abierto al diálogo, donde tus usuarios se acercan cuando tienen algo que comentarte, o necesitan tu ayuda. Monitoriza este tipo de interacciones y muestra tu capacidad de reacción, respondiendo a la mayor brevedad, con una respuesta útil y eficaz. De este modo demostrarás que realmente hay alguien detrás de tu perfil social, que está dispuesto a escuchar y atender a sus seguidores.

Evita la redundancia. No nos engañemos, el fin último de tu presencia en redes sociales es vender; sin embargo, no puedes taladrar a tu comunidad siempre con el mismo mensaje. Está visto que si lanzas varias veces el mismo mensaje, tienes mayor posibilidad de alcanzar a tu audiencia, pero se puede decir lo mismo de muchas formas. Un tuit no es un spot televisivo, cuyo coste de producción es elevadísimo; por lo que puedes redactar multitud de mensajes para transmitir la misma idea principal.

Menciona a tus seguidores. Partiendo de la idea de que el Social Media es un espacio abierto al diálogo, a todos nos gusta que se dirijan a nosotros, nos hace sentirnos importantes. Aquí es lo mismo. Estudia a tu audiencia e interactúa con ellos; ofréceles contenido adicional sobre ese tema que acaban de tratar, o respóndeles si lanzan una pregunta.

En la variedad está el gusto. Enriquece tu timeline con una gran variedad de contenido. No te ciñas al texto puro y duro, comparte imágenes y vídeos; lanza encuestas y, sobretodo, escucha a tu audiencia, así sabrás qué necesidades tiene y cómo satisfacerlas.

Observa lo que hacen los demás. Aprende de lo que realmente funciona y adapta aquellas técnicas que sean aplicables. Estudia el comportamiento de los grandes tuiteros, cuándo, cómo y qué comparten. Hazte fan de aquellas marcas que tienen una comunidad dinámica en Facebook, así podrás saber cómo cuidan a sus fans para hacer que interactúen y que quieran permanecer a su lado.

Distribuye las publicaciones a lo largo del tiempo. El hábito natural es el de mantener una presencia continua, ajustada al volumen de seguidores, o a la actividad de la comunidad. No publiques varias actualizaciones de golpe, ni estés varios días sin publicar. Eso no es humano.

No publiques exactamente lo mismo en todas las plataformas sociales.Cada plataforma social tiene su propio lenguaje, sus propias pautas de conducta. Los usuarios tampoco suelen ser los mismos, sino que tienen necesidades distintas. La imediatez de Twitter no tiene cabida en Facebook, donde se espera contenido más elaborado, con cierto valor añadido, como puede ser un componente lúdico.

Definitivamente, tienes que asumir que la promociones no lo son todo, ni que tu marca debe ser el centro de atención; sino que las redes sociales están para fomentar el acercamiento entre la marca y los usuarios. Tu objetivo debe ser crear una comunidad viva, y eso únicamente se consigue entre personas, no entre autómatas.

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